martes, 14 de abril de 2009
Danza, comunicación y educación
Profesores Universidad de Caldas, Manizales
Grupo: "Acción motriz y Mundos Simbólicos"
(Colombia)
Luis Guillermo Jaramillo Echeverri
Napoleón Murcia Peña
Este escrito se encuentra publicado en el texto: Investigación cualitativa. Una guía para abordar estudios
Resumen
El presente artículo es una reflexión hecha a partir de los hallazgos de la investigación en torno a la percepción que el joven tiene de la danza como promotora de valores ético morales; en este sentido, lanzamos una propuesta que asume la danza como alternativa de comunicación y educación; pues en ella se propician espacios de interacción y promoción entre el sujeto, la comunidad y el medio que les rodea.
En tal sentido, este breve escrito pretende abrir espacios de discusión o seguir con la discusión misma, en torno a como se pueden articular procesos estéticos que hacen parte directa de la subjetividad del individuo, específicamente del joven - adolescente. Ver Murcia y Jaramillo (2000)
Palabras clave: Danza. Signo. Símbolo. Modernidad. Postmodernidad y Tradición
Introducción
La danza al abrir nuevos espacios de búsqueda y expresión hace que el ser humano tenga un encuentro consigo mismo, con los demás y con el medio que les rodea; elementos fundamentales en cualquier proceso educativo y de comunicación.
Por sus bondades de relación y por sus posibilidades de expresión, la danza permea momentos amplios para la exploración de nuevos saberes, el crecimiento personal y la comunicación social, los cuales forjan una autoformación acorde con el gran objetivo del hombre y mujer: “Ser proyecto con sentido.”
Dado que la propuesta está sustentada en los hallazgos logrados en un proceso de investigación, se pretende asumir la danza desde las siguientes esferas:
La esfera de la danza como alternativa de comunicación, la cual se esboza desde la idea de expresión y cotidianidad y desde la relación real que la danza posee en el joven de hoy.
La esfera de la danza como alternativa de educación, sustentada desde algunas reflexiones sobre lo educativo, la realidad contextuada, la validación de mensajes, la educación desescolarizada y el papel que esta juega en estos escenarios de lo educativo.
La danza, alternativa de comunicación
Danza: Expresión y Cotidianidad: (Signo y Símbolo)
El lenguaje del cuerpo permite encarar
bajo una nueva luz la dinámica
de las relaciones interfamiliares.
Julius Fast
Históricamente el cuerpo ha revelado la forma de comportarnos y movernos en medio de la cotidianidad, pues una sonrisa puede ser sinónimo de alegría y entusiasmo, al igual que una mueca puede reflejar desagrado e ironía.
Pero es necesario además reconocer que todos los seres humanos nos movemos con ciertas actitudes que revelan nuestra historia cultural; el caminar, el movimiento de las manos, los gestos corporales, son semejantes a los de nuestros familiares, conservando un prototipo y modo de ser culturológico.
Hemos ido heredando algunos comportamientos motrices a lo largo de nuestro desarrollo ontogenético, devenidos todos ellos del proceso de socialización que anima la vida del ser humano; esto significa que nuestro cuerpo y nuestra expresión corpórea, es una cantera cultural; es un espacio donde se alberga todo un cúmulo de experiencias cotidianas que al irse estructurando y reestructurando, van formando la expresión corporal característica de un sujeto.
Es precisamente por esto, que las formas de expresión corporal son individuales, pues son una manifestación de lo subjetivo de las personas, de eso que las hace diferentes a los demás. Pero es necesario aclarar que la subjetividad se construye en la intersubjetividad que se tiene con el otro que es distinto a mí, pero que a la vez, se parece a mí, en la medida que comparte un discurso o acción conmigo.
Es en razón a lo anterior, que la expresión corporal está ligada con la cotidianidad, y en consecuencia, su manifestación artística es un derecho de todos y no puede estar encomendada únicamente a quienes practican las artes escénicas rigurosamente. Pues si bien, es cierto que ellos (personas que se dedican estrictamente a la danza y el teatro como profesión) le dan el toque de elegancia y armonía; la expresión hace parte de nuestros imaginarios y se potencia como forma de encuentro y comunicación a través del baile y la danza.
La danza es símbolo y signo, dado que al estar relacionada con las expresiones de lo corporal, refleja en cada gesto la intención del danzante, una intención que parte de una idea para llegar a ilustrarla; "como afirma Duran G. (citado por Galagalza 1978) al referirse a la función de lo simbólico. En tal sentido, la danza es fuente de ideas, en tanto el símbolo posee figura y significado. La figura otorgada por la representación corporal (el gesto) de una idea y el significado por la imaginación y sueño que asume la idea a representar.
La imaginación, el sueño, la idea y la representación expresiva son una realidad lo más cercano a la cotidianidad del bailarín, por eso lo simbólico en la danza se convierte en expresión cotidiana.
Pero decíamos además que la danza es signo, en tanto el signo es un producto de la actividad consciente que permite referirse a una cosa sin necesidad de hacerla presente en su materialidad. De igual forma la danza hace referencia a múltiples eventos y elementos, sin necesidad de hacerlos presentes en su materialidad; es por ejemplo fuente de representación de una faena, de una relación amorosa, de una acción de petición.
Lo anterior implica que la danza tiene significante y significado; categorías fundamentales del signo. El significante otorgado por la representación material del fenómeno y el significado, por el fenómeno mismo que se quiso representar. Incluso como fuente de ensoñación y deseo, la danza es alegoría, que a decir de Duran, es la representación de un cuento abstracto, inmaterial; como sucede en casos como los rituales y las representaciones sacras.
Podemos asumir en consecuencia, que al ser la danza signo, símbolo y alegoría, esferas fundamentales de la creación humana, es necesario reconocerla como un espacio de acción e interacción preponderante en cualquier proceso educativo que en verdad responda a los requerimientos del imaginario del joven de hoy.
Danza y validación de mensajes
En los procesos de socialización generados por la educación que tienen como sustento la asimilación de cultura y la transformación creativa de ésta, como lo expresa Florez (1995), prima de forma importante la comunicación entre emisor y receptor, y entre ellos se perfila como factor importante el medio y el modo de expresión que los intervinientes utilizan para intercambiar dicho conocimiento.
En tal sentido y teniendo en cuenta el momento y contexto contemporáneo, donde lo único constante es el cambio; se hace evidente la necesidad de equilibrar en similares niveles el lenguaje de comunicación abierta y espontánea, y el lenguaje de comunicación elaborada y científica.
Por tal razón se abre el escenario hacia las nuevas propuestas pedagógicas que permitan dar sentido a la expresión, pasión y emoción; pues como lo asume Restrepo (1994) "es imposible desconocer el papel de la emoción como moduladora y estabilizadora de los procesos de aprendizaje, es dejar de pensar en la aventura pedagógica como una búsqueda afectiva de figuras de conocimiento".
Ante este compromiso, el papel de la educación se fundamenta en el reconocimiento de los nuevos escenarios que canalizan la atención de las culturas juveniles, escenarios que hacen posible que el joven se apasione por el aprendizaje, que se emocione ante las posibilidades que el entorno le brinda y que sueñe con las posibilidades que su propio cuerpo le pueda ofrecer.
La danza es en esencia, ese medio de reconocimiento de la pasión y la emoción del joven contemporáneo, ese imago que encausa las energías y que le permite al joven sentir y sentirse como sujeto, en tanto asume la idea de competencia comunicativa propuesta por Habermas (citado por Mockus 1994,17) según la cual "es la capacidad que tienen los habitantes de actuar comunicativamente, es decir, de ajustar recíprocamente sus acciones por la búsqueda de un entendimiento mutuo".
Desde la perspectiva anterior, se evidencia la prioridad de asumir de una manera responsable las relaciones interpersonales que faciliten la interpretación de ambas partes de un diálogo. Esto es, que en un proceso de validación de mensajes se hace necesario un lenguaje que se aproxime a las características de los interlocutores; la danza, el baile y la música, son en verdad un medio importante para lograr dicha comunicación con cualquier tipo de comunidades; entre ellas las marginales, las cuales pese a sus necesidades y dificultades para el acceso a mayores niveles de educación y culturización encuentran en estas manifestaciones, el vehículo más oportuno para expresar sus emociones, sus deseos y sus rechazos hacia la sociedad.
La danza: alternativa de educación (Reflexiones sobre lo educativo)
La Modernidad, la Postmodernidad y la Tradición. (Las tres dimensiones del imaginario del niño y joven de hoy)
Hacer una ubicación en la realidad de las prácticas actuales de la escuela, que configuran esos escenarios donde se define de alguna manera el SER de lo educativo; nos permite aproximar una mirada hacia los elementos y características del contexto que rodea su quehacer contemporáneo para determinar así, aquellos componentes que debemos tener en cuenta al asumir la posibilidad de su proyección.
Un análisis del contexto actual, permite comprender tres componentes fundamentales a tener en cuenta en el imaginario del adolescente y el joven de hoy, todos ellos relacionados con los movimientos sociales y culturales que los países latinoamericanos están experimentando; son estos; la modernidad, la postmodernidad y la tradición. Evidentemente, las comunidades actuales, son objeto de tres grandes corrientes que al decir de Lechner (1996), son como fuerzas que no podemos rechazar y con las cuales estamos comprometidos a responder, so pena de quedarnos rezagados de esas fuerzas socioculturales insostenibles.
La MODERNIDAD, inicia su pregón a partir de los descubrimientos de Galileo cuando a mediados del siglo XVII introdujo en la historia del pensamiento el criterio de la exactitud que permitió el uso de números en la matemática, pues hasta ese momento, la “mathémata”, era aquello de las cosas que ya sabemos, y en ningún momento se relacionaba con lo preciso. La exactitud y la especialización logró su máxima expresión con los planteamientos Newtonianos en torno al método experimental y posteriormente, con los desarrollos racionalistas del método cartesiano; se reconocen además, los aportes de Augusto Comte, en lo relacionado con el positivismo, cuando propone los métodos racionalistas en los estudios sobre el comportamiento humano en aras de buscar la proximidad científica.
El modernismo es en verdad una respuesta contra lo mítico y religioso de la época, una respuesta al método especulativo de la contemplación filosófica tradicional; es una forma diferente de ver el universo que pasa de lo contemplativo a lo experimental. La materialización de la modernidad, se ve expresada en el desarrollo industrial técnico y científico y en una concepción de hombre productor, hombre fabrica, hombre consumidor; donde el individuo vale por lo que produce y por la capacidad de consumo que posea.
Para muchos, la modernidad equivocó su camino en algunas nociones, entre ellas las de libertad, pues se es libre para explotar a los otros sujetos y a la naturaleza, por ello, autores como Octavio paz, (citado por Sarmiento Anzola l993) expresan: "El tema del mercado tiene muy estrecha relación con el deterioro del medio ambiente... pues la contaminación no sólo infesta ríos, el aire, los bosques sino también las almas."
Es precisamente desde estas criticas, que se comienzan a perfilar otras formas de ver el mundo diferente a las tendencias racionalistas abogadas desde el modernismo; surgen teorías estructuralistas, que intentan descubrir los fenómenos desde las relaciones que existen entre cada uno de los componentes del sistema. Los desarrollos de Miquel Martínez (1993) en la investigación son un ejemplo en este sentido, igualmente las tendencias que critican el papel limitado del funcionalismo racionalista moderno en su intento por explicar los fenómenos sociales; caso de las criticas realizadas por Habermas (1985) , Adorno y Lyotard (1996), donde el problema de los métodos racionalistas consisten en la idea de dar explicaciones a todos los fenómenos desde la exactitud de la experimentación, y la tendencia hacia la uniformidad social, traída desde los procesos de homogeneización industrial en la producción empresarial.
La caída de los grandes metarrelatos: el devastamiento del absolutismo en la ciencia, el reconocimiento de lo relativo del conocimiento científico, el derrumbamiento de los grandes paradigmas sociales; es una señal clara que pone de manifiesto reconfiguraciones sociales y culturales que abren nuevas perspectivas hacia lo incierto, lo disímil, lo diverso y hacia la consideración de lo individual. Evidentemente, ahora existen las preferencias hacia los pequeños grupos cercanos, los consensos locales, la vida fragmentada, hacia las respuestas sociales construidas desde las perspectivas comunicativas expuestas por Habermas y los procesos éticos por consenso como los definidos por Adela Cortina (1991).
Al parecer el postmodernismo contra otras tendencias que lo consideran como impropio, debido a las influencias externas sobre todo europeas y norteamericanas que llevan a las sociedades latinoamericanas a vivir en medio de esta corriente, sin haber madurado lo suficiente en la modernidad, es un movimiento cultural y no una ideología, teoría o programa cuyo mensaje primario es que “todo vale”. Es como dice Sarmiento Anzola (1993,35) "Un movimiento cultural que hace irrelevantes las distinciones en torno a lo conservador, lo revolucionario, lo progresista.... pues es una oleada en el seno de la cual, son posibles todos los tipos de movimientos artísticos, políticos, y culturales." El Postmodernismo, presupone una sociedad de personas libres, como lo asume Morín (1994,70), libertad vista desde la condición del ser AUTO-ECO-ORGANIZADO.
En consideración a los planteamientos anteriores, los elementos de la utopía que no estén relacionados con la posibilidad de irse construyendo con sentido, no tienen vigencia en una perspectiva postmoderna, pues hay una especie de "esquizofrenia" al decir de Lechner (op. cit.), en los imaginarios de las comunidades contemporáneas, que hace de los proyectos que buscan adivinar el futuro algo no ideal, mientras que aquellos que tienen la posibilidad de ser logrados en el aquí y el ahora, se constituyen en la filosofía práctica de lo postmoderno.
El contexto postmoderno en la escuela latinoamericana
La realidad contemporánea, Latinoamericana, se desenvuelve en un escenario donde existen o pretenden coexistir la modernidad, la postmodernidad y la Tradición, es decir, una complejidad devenida de la formación de sociedades híbridas como lo expresa De Subiría Samper en "la cultura en la condición postmoderna." La cotidianidad del joven se mueve entonces entre las viejas tendencias culturales y las modernas posibilidades ofrecidas por los MASMEDIA. Bien lo manifiesta Lyotard (1996,23) cuando asume que el hablar de la postmodernidad es como hablar del estado permanentemente naciente de la modernidad, pues es sospechoso, según el autor, concebir la postmodernidad en su estado puro.
Lo anterior pone en evidencia, la influencia permanente de los múltiples estados culturales, que han cobijado la humanidad de los sujetos, demostrando la dificultad para asumir un imaginario que reconozca sólo las nuevas tendencias socioculturales.
Es indudable el papel que han jugado los agentes de socialización en la difusión de esas nuevas tendencias, pero es indudable también, que en este momento, uno de los agentes que más influencia ejerce sobre los grupos humanos, son los medios masivos de comunicación.
Evidentemente, el mundo de la imagen, según estudios de Mejía (1996), es protagonista no desestimable en las transformaciones de nuestras prácticas culturales. Así, han logrado superar la pretendida “universalidad culturizante” de los agentes convencionales de socialización como la escuela, la familia y la iglesia. Su expansión y aceptación es ampliamente reconocida por los diferentes ámbitos de la comunicación. Carlos Cortés, Marco Raúl Mejía, Joan Ferrés, Jesús Martín Barbero, entre muchos otros estudiosos de la comunicación, que justifican la expansión de la Masmedia, porque responden a las expectativas de las comunidades y superan la deficiencia educativa que implica básicamente el no tener en cuenta la cotidianidad, para validar desde esta los mensajes académicos
De esta forma el analfabetismo funcional, que en Colombia, por ejemplo sobrepasa el 6.8% ( Mejía 1996:60-62) se ve superado por un televisor que existe por cada 3 habitantes, lo que sugiere la imagen como creadora y transmisora de valores, modelos de vida, patrones y hábitos que alteran los comportamientos culturales convencionales. Por tanto, es evidente que los mensajes que tienen mas influencia en los jóvenes de hoy, son aquellos que se transmiten por los massmedia, dada su aceptación y facilidad de asimilación.
Es así como los medios masivos de comunicación, la cultura de la imagen, de la digitalización, de la informática, de la telecomunicación; se convierte en un importante agente educativo que permanentemente está influenciando a los jóvenes de hoy, consolidando en su imaginario una cultura que se mueve entre los elementos proteccionistas de la tradición, los racionalistas, reproductivistas y normativos de la modernidad y los fraccionados, subjetivos y libertarios de la postmodernidad.
Las alternativas posibles para la escuela. (Una mirada desde la danza)
Ante un panorama de tal magnitud, indudablemente la escuela debe responder al reto que implica formar para y en una comunidad que se mueve entre estos tres paradigmas culturales.
Debe partir de reconocer que su objetivo fundamental está en la posibilidad de ayudar en el desarrollo humano del sujeto, un desarrollo Humano que implique la capacidad del hombre y mujer de ser proyecto, en tanto sujeto trascendente que se constituye permanentemente en un sujeto auto-eco-organizado, sujeto comunicativo, y en sujeto negociador de perspectivas culturales.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario